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Ika - A Golden Eagle Story

Entry only available in Spanish.


Por Enrique Cisneros 

Coordinador Técnico de Proyectos Especiales, FMCN


Las opiniones aquí expuestas son personales y no reflejan necesariamente las opiniones de FMCN.


En México, se tienen registradas tan solo 155 parejas de águila real. Nuestro símbolo nacional está en peligro.


Iká es una hembra de águila real que nació en el estado de Chihuahua. Tiene cuatro años y está en plena adultez para ser un águila. Desde pequeña, ha pasado por grandes aventuras para poder sobrevivir. Hoy, por fin, ha encontrado a su pareja, Teo, y juntos, están renovando un nido abandonado en lo alto de un risco ubicado en un rancho ganadero, pues esperan ser padres.

Es el mes de marzo. Iká ha logrado poner un huevo en el nido y dedica todo su tiempo y energía en empollarlo, con la esperanza de ver nacer a su aguilucho pronto.

Mientras tanto, en el rancho hay sequía. Hace meses que no llueve, y los pastizales y la vegetación se encuentran en estado crítico. El ganado está flaco. Algunas hembras han empezado a parir y, tristemente, los becerros están desnutridos. Ahora son más vulnerables y son presa fácil para el depredador más común de la zona: el coyote.

Una hembra de coyote merodea por los alrededores. Ella tiene la ventaja y debe aprovechar esta oportunidad para cazar a algún becerro y así poder alimentar a su camada de cinco cachorros.

Por fin lo ha conseguido. Mató a un becerro y se lo comió casi completo, dejando solo algunos despojos para el día siguiente.

Por la mañana, el vaquero del rancho encontró los restos del becerro. Enfurecido por su pérdida, hizo lo que la mayoría de los ganaderos del país acostumbran cuando pierden a sus animales a causa del coyote: envenenar los restos del becerro. De esta manera, cuando el coyote vuelva a comerse los despojos, comerá carne envenenada y morirá.

Iká salió a cazar por la mañana en busca de comida para recuperar sus fuerzas y seguir con la tarea de incubar el huevo, mientras que Teo se quedó en el nido empollando y cuidándolo.

Surcando los cielos a más de mil metros de altura, Iká logra ver a la distancia a algunos zopilotes y auras que están comiendo algo muerto. Es el becerro cazado por la mamá coyote y envenenado por el vaquero.

Hambrienta, Iká vuela hacia el becerro y aleja a las aves con facilidad, pues su gran tamaño y su agresivo comportamiento dejan claro que ella es quien manda en el pastizal. Sin dudarlo, comienza a comer. Percibe un sabor extraño, pero su hambre es tanta, que sigue comiendo sin parar los restos de la carne que ha dejado el coyote. Cuando sacia su apetito siente un malestar correr por su cuerpo. Su instinto le dice que algo anda mal y solo quiere retornar al nido. Hace un gran esfuerzo por remontar el vuelo. Al fin, con mucha dificultad, consigue llegar al nido, solo para morir al lado de su primer huevo, el cual nunca nacerá sin el calor de su madre, porque Teo no podrá cuidarlo solo.

Por cierto, ¿sabes si la carne que consumiste hoy fue producida en ranchos que no envenenan a sus depredadores?



El envenenamiento de carnada para matar a los coyotes es una práctica común en los ranchos ganaderos del norte del país. Pero es también una de las causas principales de muerte del águila real. Y, aunque la intención no es acabar con la vida del águila, esta especie se vuelve una víctima secundaria. 

La historia de Iká está basada en hechos reales. Esta hembra de águila real había sido monitoreada por el equipo técnico de la Organización Vida Silvestre, A.C., dedicada a la conservación en México, desde que Iká era pequeña. Fue un golpe devastador para el equipo de monitoreo encontrarla sin vida en el nido al lado de su huevo. Enrique Cisneros, coordinador técnico de Fondo Mexicano para la Conservación de la Naturaleza, A.C., quien también estuvo de cerca durante el monitoreo, menciona que “soltó una lágrima” al enterarse de lo ocurrido.  

Esta pequeña historia nos invita a reflexionar acerca de la industria de la carne, para que, como consumidores o productores, giremos la mirada hacía prácticas responsables de ganadería.

-Vía Entropica.mx-



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